Sentencia de muerte para la grosería
Por: Jack Ritchie -¿Qué edad tiene usted? -pregunté.Sus ojos no se separaban del revólver que yo sostenía en la mano.-Escuche…
Cultura Quetzal
Por: Jack Ritchie -¿Qué edad tiene usted? -pregunté.Sus ojos no se separaban del revólver que yo sostenía en la mano.-Escuche…
Por José de Espronceda Me gusta ver el cielocon negros nubarronesy oír los aquiloneshorrísonos bramar,me gusta ver la nochesin luna…
Por: Charles Rerrault Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se hubiera visto; su…
Por: Arthur C. Clarke –Me parece –dijo Jerry Garfield parando los motores – que éste es el final de la…
Augusto Monterroso El mono que quiso ser escritor satírico En la selva vivía una vez un Mono que quiso ser…
Por: Arthur C. Clarke —En Marte hay poca delincuencia —observó el inspector Rawlings con tristeza—. En realidad, éste es el…
Por: Horacio Quiroga Todo el día, sentados en el patio en un banco, estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio…
Por: Isaac Asimov Después de cientos de miles de millones de años, pensó de súbito en sí mismo como Ames.…
Diane Lundberg no tenía apetito, pero intentó terminar la comida que quedaba en su plato. Miró a su madre a…
Por: Edgar Allan Poe Había yo soportado hasta donde me era posible las mil ofensas de que Fortunato me hacía…